jueves, 29 de noviembre de 2012

Capítulo 4. El encuentro


Ale llego a su casa tarde para comer con su madre, como de costumbre y tuvo que calentarse su comida en el microondas mientras veía su programa favorito. Estaba harta de comer siempre lo mismo: ensalada o verduras, no podía mas, su madre había decidido hacer dieta para adelgazar pero ya hacia dos mese que no probaba otra cosa. Termino e intento ponerse a hacer los deberes pero no consiguió concentrarse y mirando por la ventana, acción que hacía cada vez más a menudo, divisó a una pareja de felices pajaritos saltando de rama en rama y deseo tener a una persona que hiciese todo lo posible por estar con ella siempre, como esas dos pequeñas aves que se perseguían la una a la otra. Con un suspiro bajo la mirada a la calle y se encontró con un chico rubio, clavadito al del patio con una cartel que decía 'Perfect two - Auburn', exactamente la canción que estaba sonando en ese momento por los altavoces. Alessandra sufrió otra vez el maldito dejavú que no la dejaba tranquila y volvieron a pasar los dos pajaritos por delante, pero la canción seguía por el mismo segundo no había cambiado. Bajo corriendo a la calle pero llego demasiado tarde, había desaparecido, se había desvanecido sin que nadie hubiese notado su presencia ya que buscó y pregunto si alguien le había visto pero nadie recordaba haber visto o haber escuchado algo. Media hora después subió de nuevo sin haber descubierto nada más de lo que sabia antes, pero ella estaba aún más segura de que el suceso del patio y el que acababa de pasar habían sido absolutamente reales, ella había leído el cartel que contenía esa canción que había sonado, <¿Cómo ha podido saberlo siquiera? la música no estaba nada alta> Esa pregunta la estuvo atormentando toda la tarde hasta que habló con su amiga Katia por tuenti:

Katia: Holaa amoor <3

Yo: Hola cari (:

Katia: estas haciendo algo de interesante o puedo interrumpirte unas horass??

Yo: dimee que como en clase no me he enterado de nada puedo salir :)

Katia: pues tía me han dicho que Dean esta en el starbucks del pueblo, te vieness?

Yo: no me vendria nada mal salir y despejarme un rato asique cuenta conmigoo!

Katia: geniaal pues te veo alli en media hora ok?

Yo: valee tequieroo <3

Ale se vistió lo mas cómodamente posible con unos vaqueros claritos y un jersey esmeralda con su pañuelo estampado a juego, se recogió el pelo en una trenza de raíz como era natural en ella, y salio al encuentro de su amiga. Ni que decir tiene que a Katia le gustaba Dean y que por eso siempre iban detrás de él o a su encuentro, Nicolette también estaba un poco coladita por él así que Ale era la que menos pintaba en esas excursiones. Llegaron, ella se pidió un Capuccinno porque en esos días tan deprimentes necesitaba fuerzas extras de la cafeína y su amiga un Frapuccinno porque era la moda ahora. Se sentaron en una mesa de la esquina que daba justo al ventanal donde se veía la abarrotada calle que en esas horas parecía un laberinto de 'Busca a Wally' mas que otra cosa y se divertía mientras observaba a la gente que pasaba, todo tipo de personajes desde un heavy con sus collares de pinchos y cresta de medio metro hasta abuelitas que se tenían que ayudar de sus andadores para poder cruzar la calle, además de toda clase de mimos y de gente trajeada con sus iPhone y portátiles que se dirigen corriendo a cualquier sitio. Entre todos ellos era imposible destacar a alguien por a cada cual era más extraño e extravagante, pero un chico consiguió captar su atención, le sonaba de algo así que se disculpó y salió corriendo detrás de él. Era el misterioso muchacho que llevaba todo el día persiguiéndola así que le siguió hasta un callejón donde se paró y miró a todos lados, pero nada, no estaba. Después de asegurarse de que en ese callejón no había nadie y recuperar el aire fue hacia la única salida, cuando de repente un hombre con pinta de asesino en serie la cogió por la muñeca arrastrándola hacia lo más oscuro. Cuando estaba a punto de abusar de ella todo se paro en seco, el tiempo se detuvo y cuando todo volvió a la normalidad el misterioso chico rubio estaba dándole una paliza al agresor. Parecía que se supiese todos sus movimientos de antemano y no le hizo falta esforzarse para dejarle tumbado en el suelo, inconsciente.

-Nadie le va a echar de menos en unas horas.- dijo éste dirijiéndose a Ale.

-¿Qui-qui-quien eres?- pregunta todavía muy asustada- ¿y porque me sigues?
-De nada,- replico el chico
-Estaba a punto de soltarme yo solita- dijo Ale
-Ya claro,- responde sentándose tranquilamente en un banco cercano
-Bueno, ¿no vas a decirme que pasa aquí? ¿O acaso vas a volver a desaparecer como haces siempre?- pregunta removiéndose inquieta
-Ahora mismo va a ser que no tengo tiempo, y tu tampoco la verdad.- responde señalando con la cabeza en dirección a la calle donde se encontraba Nicolette buscándola.
-Nadie se va a mover de aquí hasta que me hallas explicado porque me estas siguiendo.- repone Ale con fuerza
-Y tu me lo vas a impedir, ¿no es verdad? Ironías de la vida yo que pensaba que lo primero que me preguntarías seria como consigo hacerlo.- añade con intriga.
-¿Hacer el que?- pregunta Ale, demasiado tarde Nicolette ya estaba gritando su nombre en la boca del callejón.

martes, 20 de noviembre de 2012

Atardecer. Capítulo 3.

Jack volvía a casa caminando, pero no volvía solo porque Mireia le acompañaba. El atardecer era precioso, envolvente aunque frío y solitario, un sentimiento de melancolía te recorría el cuerpo entero y te empujaba a ponerte los cascos y protagonizar un videoclip. Se sentaron en un banco de un parque cercano y la gente que pasara, con el tiempo que hacia era bien difícil, vería a una pareja de adolescentes pasando la tarde juntos en un parque. El chico parecía cansado, como si estuviese agotado después de haber guardado un gran secreto durante mucho tiempo, estaba apoyado con los codos en las rodillas y con la cabeza entre las manos. Mireia nunca lo había visto tan abatido e intento cambiar de tema todo el rato, hablar de cosas divertidas y distintas para poder hacer al menos sonreír a su compañero pero siempre acababan hablando del mismo tema:
-Hay que contárselo Mireia - replicaba Jack mientras jugueteaba con su colgante entre las manos.
-Ya te lo he dicho muchas veces, nosotros no podemos hacer nada tiene que descubrirlos ellos solos - repitió una vez más.
-No tenemos porque decírselo todo, simplemente podemos ir dándole pistas hasta que llegue su momento...
-¡Pero mira que eres pesado eh! - exclamo ya cansada Mireia.
-¿Cuanto crees que tardara? - pregunto Jack.
-¿Recuerdas cuanto tardaste tu en verme? Pues eso, no seas impaciente.
-En eso quizás tengas razón... - admitió.
-¿ Quizás? ¡¿ Quizás?! Me tomas el pelo, ¿verdad? - casi lo gritaba a pleno pulmón por el parque.
-Vale vale, me ha quedado claro, ¿que hacías mientras seguías en las sombras? - pregunto cambiando de tema, ligeramente intrigado.
-Pues la mayoría del tiempo me aburría como una ostra, pero a veces también me divertía mientras dormías-dijo mientras sonreía ampliamente, había conseguido que cambiase de tema.
-Sigo sin entender porque esperáis tanto para veros, es un poco injusto la verdad...- replica Jack
-¿Y quien te ha dicho a ti que nosotros no queremos que nos veáis? Piensas que nuestra estancia en las sombras es un camino de rosas pero te equivocas, o ¿acaso prefieres que no estemos con vosotros en el principio, para instruiros y protegeros en los malos momentos? - la verdad es que Mireia sabia bien como hacer sentir mal a su amigo puesto que la cara de éste cambio de actitud mediante ella hablaba.
-Lo siento, - se apresura a decir Jack - sabes que no quería decir- pero se detiene bruscamente cuando se da cuenta de que su amiga se estaba reprimiendo la risa.
Mireia observaba el rostro de su compañero divertida, sus ojos ámbar estaban aguados y miraban al suelo arrepentidos. Últimamente se pasaba mucho tiempo pensando en sus cosas, como en otro mundo, y ella estaba angustiada porque cada vez le notaba más distante, no le contaba las cosas y siempre respondía con monosílabos o con evasivas.
-Estas muy raro Jack - observo mientras se acercaba para abrazarle.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Visiones. Capítulo 2.

Cuando volvieron a entrar en clase apoyado sobre la mesa del profesor estaba el de Mates, otra aburrida clase que añadir a la lista esta era, además, difícil y complicada pero hoy era el día menos indicado para coger apuntes, ya se los copiaría a alguien: Alessandra se sentaba con Jack, un chico un poco extraño y rarito para su gusto, en el lateral de la clase donde estaban las ventanas así que se distraía mirando a fuera y pensando en el extraño suceso de hace unas horas. Seguía dándole vueltas y es que  ella juraría que había vivido ese momento, estaba convencida de que no podía haber sido un dejavú, había sido demasiado real todas las risas y gritos de los alumnos, el helado viento que le revolvía el pelo, las hojas cayendo de los arboles y, ahora que lo recordaba con mas calma se dio cuenta de un detalle, cuando se volvió en dirección donde miraban sus amigas había un chico rubio de intensos ojos azules que la miraba con una gabardina negra desde la otra esquina del patio pero desapareció cuando paso un niño corriendo por delante. Un sonido sordo la saco de sus pensamientos, el maldito juguetito de su compañero había ido a parar en su cuaderno.
-Perdona - se disculpa rápidamente Jack alargando el brazo para recogerlo.
-No pasa nada -  responde ella sonriendo,- haber, dejame verlo. - le pide con interés.
Aquel objeto le resultaba familiar ya lo había visto antes, es mas lo había visto hacia muy poco tiempo. De repente una idea le vino a la cabeza cual rayo cae en una tormenta, la imagen del misterioso muchacho de antes se materializo en su mente y esta vez Alessandra se fijo mejor y logro descubrir que aquel chico llevaba el mismo pentágono colgado en el cuello, estaba jugando con el y lo miraba como queriendo decirle algo.
-¿De donde es? . pregunto intentando descubrir algo sobre aquel rubio del patio.
- No se,-respondió evasivamente- me lo regalaron hace mucho tiempo.
-Que raro,- explica Ale- me parece que antes, en el patio, creí ver a un chico rubio con esto colgado al cuello.
-Y, ¿le conocías?- pregunta Jack.
-No, creo que no,- empieza a contar Ale, y a medida que va hablando se da cuenta de que había visto a ese  muchacho mas veces pero siempre fugazmente- lo que pasa es que antes me ha pasado una cosa muy rara -empieza a contarle a su compañero,- estaba yo saliendo del baño, cuando Katia y Nicolette caminaban hacia mi, cuando todo se detiene un instante en el que yo me doy la vuelta para mirar en dirección donde se habían quedado 'petrificadas' mis amigas y cuando vuelvo la cabeza todo se ha retrocedido unos minutos en el tiempo y, ahí es cuando le he visto.
-Recuerda esa escena Alessandra, eso explicara muchas cosas dentro de muy poco.- dice su compañero justo segundos antes de que suene la sirena y todo el mundo se levante, ya no podría hablar con Jack hasta mañana pues ya no tenia mas clases con el.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Sombras. Capítulo 1.

No paraba de llover, cualquiera diría que era el fin del mundo y no era nada mas que el principio. Esa mañana Alessandra se había levantado de muy buen humor pero al asomarse por la ventana todas esas buenas esperanzas desaparecieron nada mas notar el gélido aire en su cara. En parte no se equivocaba ya que su día no iba a mejorar, sino que iba a acabar con su vida llena de sueños y metas. Cuando salio de casa lo empezó a notar, sentía que todo iba en su contra y que todos se fijaban en el mínimo error que ella cometía, si pisaba un charco había una señora paseando al perro que se iba a quedar mirándola como si hubiese salido de casa si pantalones. Cuando llego a la parada del bus se encontró con la persona menos esperada: Coddie, es el típico niñato que no tiene cerebro ni personalidad porque siempre va imitando a otras personas porque no tienen originalidad. Tuvo muy mala suerte ya que él piensa que le cae bien pero casi todas las chicas de su clase le odian incluida ella, y tener que hablar con el con el buen despertar que había tenido no era la mejor situación del mundo. Por casualidad el autobús tardo siglos en llegar y luego se fue parando en cada parada, lo que hizo el viaje mucho mas horrible y pesado, la única cosa minimamente buena podía ser que llevaba el ipod con la recopilación de las canciones de Taylor Swift, Adele y Ed Sheeran.
La siguiente parada era la del instituto y a medida que el autobús se iba acercando casi todos las personas se levantasen para bajarse, eso hizo que se llenase de mochilas, abrigos, paraguas y gente ansiosa por salir la primera. Alessandra nunca entendería porque tienen tanta prisa si en el bus hay calefacción y asientos blanditos pero todo el mundo se bajo como una exhalación menos ella que se quedo de las ultimas y nada más hacerlo le cayó un goterón helado en la nuca, justo en ese espacio que el abrigo no llega a cubrir. Por pereza no abrió el paraguas para los diez pasos que tenia que andar pero en ese escaso recorrido se empapo y encrespo el pelo lo suficiente para parecer que había venido andando. Para colmo Coddie no la había dejado en paz desde que se habían encontrado en la parada y ahora la seguía escaleras arriba, pudo librarse cuando en vez de girar para entrar en el pasillo de las clases siguió recto para meterse en el baño y poder arreglarse un poco el pelo. Cuando entro se encontró con su mejor amiga Katia.
-¡Ale!¿Qué tarde has llegado no?-le pregunta mientras se acerca a darle dos besos.
-Sí, el autobús que ha llegado tarde-le explica mientras intenta arreglarse el pelo.-y para colmo he tenido que aguantar el coñazo de Coddie todo el viaje-parecía que su melena no quería quedarse en su sitio.
-Pobrechita-responde fingiendo supuesta comprensión-habrás sufrido mucho¿verdad?
Una última mirada y justamente sonó la sirena, así que Katia y Alessandra se dirigen tranquilamente a clase. Cuando entran se coloca cada una en su sitio y entra la profesora a clase.<<Genial, a primera Tecnología,con lo que me gusta>>,piensa,con mucha ironía. El resto de la mañana la pasó realmente aburrida, con clases como Matemáticas e Inglés.La profesora de inglés le había mandado quedarse en el patio porque supuestamente estaba hablando, todo mentira, porque solo estaba mascando chicle. Cuando pudo salir de su castigo, fue al encuentro de sus dos mejores amigas: Katia y Nicolette. Iban andando, hablándose entre ellas como si no hubiese nadie más alrededor. Se reían de algo o de alguien, es más,Ale pensaba que se reían de como iba vestida porque,como había empezado el día, todo era posible. Cuando las alcanzó, se pararon en seco como si hubiesen visto un fantasma, miraban detrás de ella asi que se giró y, como no vio nada fuera de lo normal, volvió pero al hacerlo, se quedo muy extrañada. Se habían ido, se habían desvanecido como la bruma. Dio una vuelta sobre sí misma para buscarlas y las vio volviendo a bajar las mismas escaleras, riéndose y hablando de la misma manera. No lo pensó más veces y se convenció de que habría sido un dejavú, pero la llama de la duda ya se había encendido en su corazón.