Ale llego a su casa tarde para comer con su madre, como de costumbre y tuvo que calentarse su comida en el microondas mientras veía su programa favorito. Estaba harta de comer siempre lo mismo: ensalada o verduras, no podía mas, su madre había decidido hacer dieta para adelgazar pero ya hacia dos mese que no probaba otra cosa. Termino e intento ponerse a hacer los deberes pero no consiguió concentrarse y mirando por la ventana, acción que hacía cada vez más a menudo, divisó a una pareja de felices pajaritos saltando de rama en rama y deseo tener a una persona que hiciese todo lo posible por estar con ella siempre, como esas dos pequeñas aves que se perseguían la una a la otra. Con un suspiro bajo la mirada a la calle y se encontró con un chico rubio, clavadito al del patio con una cartel que decía 'Perfect two - Auburn', exactamente la canción que estaba sonando en ese momento por los altavoces. Alessandra sufrió otra vez el maldito dejavú que no la dejaba tranquila y volvieron a pasar los dos pajaritos por delante, pero la canción seguía por el mismo segundo no había cambiado. Bajo corriendo a la calle pero llego demasiado tarde, había desaparecido, se había desvanecido sin que nadie hubiese notado su presencia ya que buscó y pregunto si alguien le había visto pero nadie recordaba haber visto o haber escuchado algo. Media hora después subió de nuevo sin haber descubierto nada más de lo que sabia antes, pero ella estaba aún más segura de que el suceso del patio y el que acababa de pasar habían sido absolutamente reales, ella había leído el cartel que contenía esa canción que había sonado, <¿Cómo ha podido saberlo siquiera? la música no estaba nada alta> Esa pregunta la estuvo atormentando toda la tarde hasta que habló con su amiga Katia por tuenti:
Katia: Holaa amoor <3
Yo: Hola cari (:
Katia: estas haciendo algo de interesante o puedo interrumpirte unas horass??
Yo: dimee que como en clase no me he enterado de nada puedo salir :)
Katia: pues tía me han dicho que Dean esta en el starbucks del pueblo, te vieness?
Yo: no me vendria nada mal salir y despejarme un rato asique cuenta conmigoo!
Katia: geniaal pues te veo alli en media hora ok?
Yo: valee tequieroo <3
Ale se vistió lo mas cómodamente posible con unos vaqueros claritos y un jersey esmeralda con su pañuelo estampado a juego, se recogió el pelo en una trenza de raíz como era natural en ella, y salio al encuentro de su amiga. Ni que decir tiene que a Katia le gustaba Dean y que por eso siempre iban detrás de él o a su encuentro, Nicolette también estaba un poco coladita por él así que Ale era la que menos pintaba en esas excursiones. Llegaron, ella se pidió un Capuccinno porque en esos días tan deprimentes necesitaba fuerzas extras de la cafeína y su amiga un Frapuccinno porque era la moda ahora. Se sentaron en una mesa de la esquina que daba justo al ventanal donde se veía la abarrotada calle que en esas horas parecía un laberinto de 'Busca a Wally' mas que otra cosa y se divertía mientras observaba a la gente que pasaba, todo tipo de personajes desde un heavy con sus collares de pinchos y cresta de medio metro hasta abuelitas que se tenían que ayudar de sus andadores para poder cruzar la calle, además de toda clase de mimos y de gente trajeada con sus iPhone y portátiles que se dirigen corriendo a cualquier sitio. Entre todos ellos era imposible destacar a alguien por a cada cual era más extraño e extravagante, pero un chico consiguió captar su atención, le sonaba de algo así que se disculpó y salió corriendo detrás de él. Era el misterioso muchacho que llevaba todo el día persiguiéndola así que le siguió hasta un callejón donde se paró y miró a todos lados, pero nada, no estaba. Después de asegurarse de que en ese callejón no había nadie y recuperar el aire fue hacia la única salida, cuando de repente un hombre con pinta de asesino en serie la cogió por la muñeca arrastrándola hacia lo más oscuro. Cuando estaba a punto de abusar de ella todo se paro en seco, el tiempo se detuvo y cuando todo volvió a la normalidad el misterioso chico rubio estaba dándole una paliza al agresor. Parecía que se supiese todos sus movimientos de antemano y no le hizo falta esforzarse para dejarle tumbado en el suelo, inconsciente.
-Nadie le va a echar de menos en unas horas.- dijo éste dirijiéndose a Ale.
-¿Qui-qui-quien eres?- pregunta todavía muy asustada- ¿y porque me sigues?
-De nada,- replico el chico
-Estaba a punto de soltarme yo solita- dijo Ale
-Ya claro,- responde sentándose tranquilamente en un banco cercano
-Bueno, ¿no vas a decirme que pasa aquí? ¿O acaso vas a volver a desaparecer como haces siempre?- pregunta removiéndose inquieta
-Ahora mismo va a ser que no tengo tiempo, y tu tampoco la verdad.- responde señalando con la cabeza en dirección a la calle donde se encontraba Nicolette buscándola.
-Nadie se va a mover de aquí hasta que me hallas explicado porque me estas siguiendo.- repone Ale con fuerza
-Y tu me lo vas a impedir, ¿no es verdad? Ironías de la vida yo que pensaba que lo primero que me preguntarías seria como consigo hacerlo.- añade con intriga.
-¿Hacer el que?- pregunta Ale, demasiado tarde Nicolette ya estaba gritando su nombre en la boca del callejón.