miércoles, 26 de diciembre de 2012

Capítulo 6. Dulces pesadillas.

Alessandra se despertó repetidas veces durante la noche entre jadeos y sudores fríos, sabía que no conseguiría dormir tranquila esa noche, y muchas veces deseó que Cory estuviera con ella para que pudiese calmarla con su increíble voz. En realidad no sabía porque le produciría tal apego una persona a la que no conocía de nada, de eso estaba convencida, pero que parecía que lo supiese todo de ella y eso, según pensaba, era realmente injusto. Cuando conseguía calmarse se volvía a meter entre las sabanas para que a los diez minutos de haber conciliado el sueño volviese el torrente de pregunta y Ale se sentía como si estuviera intentando frenar una cascada con una frágil hoja de papel. Eso era ella, una página en blanco demasiado débil para algunas cosas e increíblemente vacía, porque después de haber hecho un recuento de todas las cosas realmente importantes se había quedado con una hoja de un cuaderno en blanco. La última vez que intento dormirse sucedió lo mismo de siempre pero esta vez se despertó diferente. Serían las tres de la madrugada cuando una suave caricia le llego hasta la frente y le aparto con la delicadeza de una muñeca de porcelana un mechón de pelo. Abrió los ojos lentamente pero todavía le costo mucho enfocar y descubrir quien la estaba despertando tan dulcemente, *Seguramente sea mi madre* pensó Ale, pero se equivocaba y se sorprendió mucho cuando miró directamente a su 'despertador'. Con un rápido movimiento una mano se posó en su boca pidiéndole que por favor no gritase, *con razón* pensó. Era Cory. Una felicidad prácticamente infinita la recorrió todo el cuerpo luchando contra el miedo de que su madre le viera y con el pudor de estar en un pijama tan pequeño. El parecía que ni siquiera se había dado cuenta de que aquello estaba pasando, parecía que estuviese acostumbrado o que para el fuese algo completamente normal pero Ale no se esperaba que apareciese en mitad de la noche para despertarla y eso aplacaba todos los sentimientos anteriores. Intento incorporarse pero el hecho de tener el edredón y las sabanas por encima complicaba el proceso además de que estaba todavía dormida y normalmente le costaba despertarse. Pero la ocasión lo merecía, inconscientemente se llevo las manos a la cabeza para intentar disimular los pelos de loca que siempre tenía al despertarse.
-Hola dormilona - es solo un susurro pero su voz suena melódica en el silencio de la casa.
-Perdona pero a estas horas es muy normal estar durmiendo así que no me llames dormilona - responde Ale intentando sonar despierta.
-¿Estas mejor? Antes he sentido que lo estabas pasando realmente mal - dice Cory, realmente parecía preocupado.
-Sí, bueno creo que he tenido pesadillas pero en realidad nunca me acuerdo de los sueños, - Ale no quería que el viera sus emociones como si fueran un libro abierto - ¿cómo has entrado? que yo sepa la puerta de casa esta cerrada y vivo en un cuarto piso.
-El caso no es cómo he venido, es si tú estas bien. Por un momento pensé que estabas en verdadero peligro.- Se levanta y va caminando a coger una silla.
-Mis sillas son realmente incomodas, si quieres puedes tumbarte conmigo en la cama, es realmente grande.- Ale no sabía porque había dicho eso, un impulso habló por ella. Pero ahora que lo pensaba mejor no le importaría. Era verdad que había estado teniendo pesadillas y si alguien podría ser capaz de calmarla ese seguro que era él.
Cory se dio la vuelta y se quedó mirándola desde la mesa hasta que por fin empezó a andar camino a la cama. Cuando llegó Ale le hizo un hueco justo al lado suyo, abrió el edredón pero inmediatamente cambió de idea porque él estaba vestido y seguramente se sentiría incomodo por estar con ropa de calle en su cama. Cory se quitó los zapatos y solo con la mirada le hizo una pregunta a Ale que ella interpreto por *¿tienes algo que dejarme?*.
-En esta casa solo somos chicas, lo siento - dijo Ale encogiendose de hombros.
Cory sacudió la cabeza con una sonrisa en la boca. se quito lentamente la camiseta y cuando iba a desabrocharse los pantalones Ale le chistó y le señalo al armario donde había unos pantalones de chandal que ella no se ponía porque le quedaban demasiado grandes. Él asintió y se dirigió hacia allí, cuando por fin estuvo listo se tumbó en el hueco que le había hecho Ale y se quedaron así hasta que ella se quedó profundamente dormida.


martes, 11 de diciembre de 2012

Capítulo 5. Confesión, confusión.

-¡¡Ale!! ¡Alessandra! Por fin te encuentro - le grita su amiga - ¿vienes o que? ¿quien es ese tío de ahí tumbado? ¿Estas bien?- Ale odiaba cunado si amiga la acribillaba a preguntas.
- Tranquila Nicollete, ya voy- responde ella de una forma muy tajante.
-Bueno creo que es hora de que me marche - empieza a decir él cuando Ale le frena en seco.
-Ni de broma, tu no te mueves de aquí hasta que no me cuentes todo lo que esta pasando - confirma con seguridad.
Aquellos ojos tan intensos la hicieron retroceder y darse cuenta de que no tenia derecho de decirle nada. Aquel extraño muchacho la había salvado justo antes de que la violaran y ahora parecía que no estaba agradecida, cosa que lamentaba profundamente. Ese joven de mechones rubios le producía sentimientos encontrados: por un lado no quería que se fuese nunca ya que sentía una gran conexión hacia él, cosa que la llevaba al segundo sentimiento la ira que le producía no poder ser capaz de controlarse. Esto la desconcertaba ya que nunca se había sentido igual y, quizás por eso estaba actuando de esa manera nueva y desconocida para ella.
-Tu sabes que no eres así- comentó el chico como si estuviera leyéndole el pensamiento.
-¡¿Co-co-co-como?! - ni siquiera sabia que le quería preguntar. El joven bajó la cabeza en señal d desaprobación.
-¡Ale! ¿Con quién hablas? ¿Vienes ya? - Nicolette no dejaba de gritar.
-Al menos dime tu nombre - clavó sus ojos en la expresión vacía del chico y rogándole le pidió- Por favor.
-Como siempre, tu ganas -  levantó la cabeza y se puso de pie a la vez y sin dejar de mirarla con esos atrayentes ojos añadió- Cory, me llamo Cory, ¿contenta?- y con esa última pregunta se esfumó dejando a Alessandra con millones de preguntas en la boca.
En ese momento su amiga la alcanzó y se fueron juntas de vuelta a la cafetería comentando el vandalismo que había últimamente por las calles. Cuando llegaron todos mostraron un repentino interés por su historia así que dejó que Nicolette la contara y ella se volvió a su casa todavía más preocupada. Nada más entrar su madre, que a esas horas estaría irritada por todo el día de trabajo empezó a hacerle preguntas como si fuese una terrorista y eso una investigación criminal. Ale utilizó su técnica más eficaz y fingió un dolor de cabeza por el que tuvo que encerrarse en su habitación, estrategia que no era del todo mentira porque con todo lo que había pasado en ese extraño día le iba a estallar el cerebro. Cogió su portátil puso el volumen al máximo, acción que le costó una grito de su madre para que bajase la música, y empezó a hablar con la que se había convertido en su mejor amiga aunque vivieran en partes muy distintas del país. Le contó todo lo que le había pasado porque sabía que ella la podría ayudar, siempre daba muy buenos consejos, pero cuando terminó todo empezó de nuevo. Su madre le volvió a gritar que bajase la música y Patricia, su amiga, le volvía a saludar como si nada, proceso que se repite unas cuatro veces más hasta que Ale se da por vencida  y se desconecta.
Parecía que todos los sucesos relacionados con Cory eran borrados automáticamente así que era imposible que se pudiese desahogar alguien. Exhausta de tumbó en la cama y sin poder evitarlo se echó a llorar. Todo esto la sobrepasaba con creces y no podía soportarlo pero cuando consiguió calmarse sus dudas volvieron de golpe, como un martillo que trata de dar forma al hierro candente. Con la última pregunta que se pudo quedar hasta que se durmió fue "¿Porque Nicolette no podía verle?".

jueves, 29 de noviembre de 2012

Capítulo 4. El encuentro


Ale llego a su casa tarde para comer con su madre, como de costumbre y tuvo que calentarse su comida en el microondas mientras veía su programa favorito. Estaba harta de comer siempre lo mismo: ensalada o verduras, no podía mas, su madre había decidido hacer dieta para adelgazar pero ya hacia dos mese que no probaba otra cosa. Termino e intento ponerse a hacer los deberes pero no consiguió concentrarse y mirando por la ventana, acción que hacía cada vez más a menudo, divisó a una pareja de felices pajaritos saltando de rama en rama y deseo tener a una persona que hiciese todo lo posible por estar con ella siempre, como esas dos pequeñas aves que se perseguían la una a la otra. Con un suspiro bajo la mirada a la calle y se encontró con un chico rubio, clavadito al del patio con una cartel que decía 'Perfect two - Auburn', exactamente la canción que estaba sonando en ese momento por los altavoces. Alessandra sufrió otra vez el maldito dejavú que no la dejaba tranquila y volvieron a pasar los dos pajaritos por delante, pero la canción seguía por el mismo segundo no había cambiado. Bajo corriendo a la calle pero llego demasiado tarde, había desaparecido, se había desvanecido sin que nadie hubiese notado su presencia ya que buscó y pregunto si alguien le había visto pero nadie recordaba haber visto o haber escuchado algo. Media hora después subió de nuevo sin haber descubierto nada más de lo que sabia antes, pero ella estaba aún más segura de que el suceso del patio y el que acababa de pasar habían sido absolutamente reales, ella había leído el cartel que contenía esa canción que había sonado, <¿Cómo ha podido saberlo siquiera? la música no estaba nada alta> Esa pregunta la estuvo atormentando toda la tarde hasta que habló con su amiga Katia por tuenti:

Katia: Holaa amoor <3

Yo: Hola cari (:

Katia: estas haciendo algo de interesante o puedo interrumpirte unas horass??

Yo: dimee que como en clase no me he enterado de nada puedo salir :)

Katia: pues tía me han dicho que Dean esta en el starbucks del pueblo, te vieness?

Yo: no me vendria nada mal salir y despejarme un rato asique cuenta conmigoo!

Katia: geniaal pues te veo alli en media hora ok?

Yo: valee tequieroo <3

Ale se vistió lo mas cómodamente posible con unos vaqueros claritos y un jersey esmeralda con su pañuelo estampado a juego, se recogió el pelo en una trenza de raíz como era natural en ella, y salio al encuentro de su amiga. Ni que decir tiene que a Katia le gustaba Dean y que por eso siempre iban detrás de él o a su encuentro, Nicolette también estaba un poco coladita por él así que Ale era la que menos pintaba en esas excursiones. Llegaron, ella se pidió un Capuccinno porque en esos días tan deprimentes necesitaba fuerzas extras de la cafeína y su amiga un Frapuccinno porque era la moda ahora. Se sentaron en una mesa de la esquina que daba justo al ventanal donde se veía la abarrotada calle que en esas horas parecía un laberinto de 'Busca a Wally' mas que otra cosa y se divertía mientras observaba a la gente que pasaba, todo tipo de personajes desde un heavy con sus collares de pinchos y cresta de medio metro hasta abuelitas que se tenían que ayudar de sus andadores para poder cruzar la calle, además de toda clase de mimos y de gente trajeada con sus iPhone y portátiles que se dirigen corriendo a cualquier sitio. Entre todos ellos era imposible destacar a alguien por a cada cual era más extraño e extravagante, pero un chico consiguió captar su atención, le sonaba de algo así que se disculpó y salió corriendo detrás de él. Era el misterioso muchacho que llevaba todo el día persiguiéndola así que le siguió hasta un callejón donde se paró y miró a todos lados, pero nada, no estaba. Después de asegurarse de que en ese callejón no había nadie y recuperar el aire fue hacia la única salida, cuando de repente un hombre con pinta de asesino en serie la cogió por la muñeca arrastrándola hacia lo más oscuro. Cuando estaba a punto de abusar de ella todo se paro en seco, el tiempo se detuvo y cuando todo volvió a la normalidad el misterioso chico rubio estaba dándole una paliza al agresor. Parecía que se supiese todos sus movimientos de antemano y no le hizo falta esforzarse para dejarle tumbado en el suelo, inconsciente.

-Nadie le va a echar de menos en unas horas.- dijo éste dirijiéndose a Ale.

-¿Qui-qui-quien eres?- pregunta todavía muy asustada- ¿y porque me sigues?
-De nada,- replico el chico
-Estaba a punto de soltarme yo solita- dijo Ale
-Ya claro,- responde sentándose tranquilamente en un banco cercano
-Bueno, ¿no vas a decirme que pasa aquí? ¿O acaso vas a volver a desaparecer como haces siempre?- pregunta removiéndose inquieta
-Ahora mismo va a ser que no tengo tiempo, y tu tampoco la verdad.- responde señalando con la cabeza en dirección a la calle donde se encontraba Nicolette buscándola.
-Nadie se va a mover de aquí hasta que me hallas explicado porque me estas siguiendo.- repone Ale con fuerza
-Y tu me lo vas a impedir, ¿no es verdad? Ironías de la vida yo que pensaba que lo primero que me preguntarías seria como consigo hacerlo.- añade con intriga.
-¿Hacer el que?- pregunta Ale, demasiado tarde Nicolette ya estaba gritando su nombre en la boca del callejón.

martes, 20 de noviembre de 2012

Atardecer. Capítulo 3.

Jack volvía a casa caminando, pero no volvía solo porque Mireia le acompañaba. El atardecer era precioso, envolvente aunque frío y solitario, un sentimiento de melancolía te recorría el cuerpo entero y te empujaba a ponerte los cascos y protagonizar un videoclip. Se sentaron en un banco de un parque cercano y la gente que pasara, con el tiempo que hacia era bien difícil, vería a una pareja de adolescentes pasando la tarde juntos en un parque. El chico parecía cansado, como si estuviese agotado después de haber guardado un gran secreto durante mucho tiempo, estaba apoyado con los codos en las rodillas y con la cabeza entre las manos. Mireia nunca lo había visto tan abatido e intento cambiar de tema todo el rato, hablar de cosas divertidas y distintas para poder hacer al menos sonreír a su compañero pero siempre acababan hablando del mismo tema:
-Hay que contárselo Mireia - replicaba Jack mientras jugueteaba con su colgante entre las manos.
-Ya te lo he dicho muchas veces, nosotros no podemos hacer nada tiene que descubrirlos ellos solos - repitió una vez más.
-No tenemos porque decírselo todo, simplemente podemos ir dándole pistas hasta que llegue su momento...
-¡Pero mira que eres pesado eh! - exclamo ya cansada Mireia.
-¿Cuanto crees que tardara? - pregunto Jack.
-¿Recuerdas cuanto tardaste tu en verme? Pues eso, no seas impaciente.
-En eso quizás tengas razón... - admitió.
-¿ Quizás? ¡¿ Quizás?! Me tomas el pelo, ¿verdad? - casi lo gritaba a pleno pulmón por el parque.
-Vale vale, me ha quedado claro, ¿que hacías mientras seguías en las sombras? - pregunto cambiando de tema, ligeramente intrigado.
-Pues la mayoría del tiempo me aburría como una ostra, pero a veces también me divertía mientras dormías-dijo mientras sonreía ampliamente, había conseguido que cambiase de tema.
-Sigo sin entender porque esperáis tanto para veros, es un poco injusto la verdad...- replica Jack
-¿Y quien te ha dicho a ti que nosotros no queremos que nos veáis? Piensas que nuestra estancia en las sombras es un camino de rosas pero te equivocas, o ¿acaso prefieres que no estemos con vosotros en el principio, para instruiros y protegeros en los malos momentos? - la verdad es que Mireia sabia bien como hacer sentir mal a su amigo puesto que la cara de éste cambio de actitud mediante ella hablaba.
-Lo siento, - se apresura a decir Jack - sabes que no quería decir- pero se detiene bruscamente cuando se da cuenta de que su amiga se estaba reprimiendo la risa.
Mireia observaba el rostro de su compañero divertida, sus ojos ámbar estaban aguados y miraban al suelo arrepentidos. Últimamente se pasaba mucho tiempo pensando en sus cosas, como en otro mundo, y ella estaba angustiada porque cada vez le notaba más distante, no le contaba las cosas y siempre respondía con monosílabos o con evasivas.
-Estas muy raro Jack - observo mientras se acercaba para abrazarle.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Visiones. Capítulo 2.

Cuando volvieron a entrar en clase apoyado sobre la mesa del profesor estaba el de Mates, otra aburrida clase que añadir a la lista esta era, además, difícil y complicada pero hoy era el día menos indicado para coger apuntes, ya se los copiaría a alguien: Alessandra se sentaba con Jack, un chico un poco extraño y rarito para su gusto, en el lateral de la clase donde estaban las ventanas así que se distraía mirando a fuera y pensando en el extraño suceso de hace unas horas. Seguía dándole vueltas y es que  ella juraría que había vivido ese momento, estaba convencida de que no podía haber sido un dejavú, había sido demasiado real todas las risas y gritos de los alumnos, el helado viento que le revolvía el pelo, las hojas cayendo de los arboles y, ahora que lo recordaba con mas calma se dio cuenta de un detalle, cuando se volvió en dirección donde miraban sus amigas había un chico rubio de intensos ojos azules que la miraba con una gabardina negra desde la otra esquina del patio pero desapareció cuando paso un niño corriendo por delante. Un sonido sordo la saco de sus pensamientos, el maldito juguetito de su compañero había ido a parar en su cuaderno.
-Perdona - se disculpa rápidamente Jack alargando el brazo para recogerlo.
-No pasa nada -  responde ella sonriendo,- haber, dejame verlo. - le pide con interés.
Aquel objeto le resultaba familiar ya lo había visto antes, es mas lo había visto hacia muy poco tiempo. De repente una idea le vino a la cabeza cual rayo cae en una tormenta, la imagen del misterioso muchacho de antes se materializo en su mente y esta vez Alessandra se fijo mejor y logro descubrir que aquel chico llevaba el mismo pentágono colgado en el cuello, estaba jugando con el y lo miraba como queriendo decirle algo.
-¿De donde es? . pregunto intentando descubrir algo sobre aquel rubio del patio.
- No se,-respondió evasivamente- me lo regalaron hace mucho tiempo.
-Que raro,- explica Ale- me parece que antes, en el patio, creí ver a un chico rubio con esto colgado al cuello.
-Y, ¿le conocías?- pregunta Jack.
-No, creo que no,- empieza a contar Ale, y a medida que va hablando se da cuenta de que había visto a ese  muchacho mas veces pero siempre fugazmente- lo que pasa es que antes me ha pasado una cosa muy rara -empieza a contarle a su compañero,- estaba yo saliendo del baño, cuando Katia y Nicolette caminaban hacia mi, cuando todo se detiene un instante en el que yo me doy la vuelta para mirar en dirección donde se habían quedado 'petrificadas' mis amigas y cuando vuelvo la cabeza todo se ha retrocedido unos minutos en el tiempo y, ahí es cuando le he visto.
-Recuerda esa escena Alessandra, eso explicara muchas cosas dentro de muy poco.- dice su compañero justo segundos antes de que suene la sirena y todo el mundo se levante, ya no podría hablar con Jack hasta mañana pues ya no tenia mas clases con el.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Sombras. Capítulo 1.

No paraba de llover, cualquiera diría que era el fin del mundo y no era nada mas que el principio. Esa mañana Alessandra se había levantado de muy buen humor pero al asomarse por la ventana todas esas buenas esperanzas desaparecieron nada mas notar el gélido aire en su cara. En parte no se equivocaba ya que su día no iba a mejorar, sino que iba a acabar con su vida llena de sueños y metas. Cuando salio de casa lo empezó a notar, sentía que todo iba en su contra y que todos se fijaban en el mínimo error que ella cometía, si pisaba un charco había una señora paseando al perro que se iba a quedar mirándola como si hubiese salido de casa si pantalones. Cuando llego a la parada del bus se encontró con la persona menos esperada: Coddie, es el típico niñato que no tiene cerebro ni personalidad porque siempre va imitando a otras personas porque no tienen originalidad. Tuvo muy mala suerte ya que él piensa que le cae bien pero casi todas las chicas de su clase le odian incluida ella, y tener que hablar con el con el buen despertar que había tenido no era la mejor situación del mundo. Por casualidad el autobús tardo siglos en llegar y luego se fue parando en cada parada, lo que hizo el viaje mucho mas horrible y pesado, la única cosa minimamente buena podía ser que llevaba el ipod con la recopilación de las canciones de Taylor Swift, Adele y Ed Sheeran.
La siguiente parada era la del instituto y a medida que el autobús se iba acercando casi todos las personas se levantasen para bajarse, eso hizo que se llenase de mochilas, abrigos, paraguas y gente ansiosa por salir la primera. Alessandra nunca entendería porque tienen tanta prisa si en el bus hay calefacción y asientos blanditos pero todo el mundo se bajo como una exhalación menos ella que se quedo de las ultimas y nada más hacerlo le cayó un goterón helado en la nuca, justo en ese espacio que el abrigo no llega a cubrir. Por pereza no abrió el paraguas para los diez pasos que tenia que andar pero en ese escaso recorrido se empapo y encrespo el pelo lo suficiente para parecer que había venido andando. Para colmo Coddie no la había dejado en paz desde que se habían encontrado en la parada y ahora la seguía escaleras arriba, pudo librarse cuando en vez de girar para entrar en el pasillo de las clases siguió recto para meterse en el baño y poder arreglarse un poco el pelo. Cuando entro se encontró con su mejor amiga Katia.
-¡Ale!¿Qué tarde has llegado no?-le pregunta mientras se acerca a darle dos besos.
-Sí, el autobús que ha llegado tarde-le explica mientras intenta arreglarse el pelo.-y para colmo he tenido que aguantar el coñazo de Coddie todo el viaje-parecía que su melena no quería quedarse en su sitio.
-Pobrechita-responde fingiendo supuesta comprensión-habrás sufrido mucho¿verdad?
Una última mirada y justamente sonó la sirena, así que Katia y Alessandra se dirigen tranquilamente a clase. Cuando entran se coloca cada una en su sitio y entra la profesora a clase.<<Genial, a primera Tecnología,con lo que me gusta>>,piensa,con mucha ironía. El resto de la mañana la pasó realmente aburrida, con clases como Matemáticas e Inglés.La profesora de inglés le había mandado quedarse en el patio porque supuestamente estaba hablando, todo mentira, porque solo estaba mascando chicle. Cuando pudo salir de su castigo, fue al encuentro de sus dos mejores amigas: Katia y Nicolette. Iban andando, hablándose entre ellas como si no hubiese nadie más alrededor. Se reían de algo o de alguien, es más,Ale pensaba que se reían de como iba vestida porque,como había empezado el día, todo era posible. Cuando las alcanzó, se pararon en seco como si hubiesen visto un fantasma, miraban detrás de ella asi que se giró y, como no vio nada fuera de lo normal, volvió pero al hacerlo, se quedo muy extrañada. Se habían ido, se habían desvanecido como la bruma. Dio una vuelta sobre sí misma para buscarlas y las vio volviendo a bajar las mismas escaleras, riéndose y hablando de la misma manera. No lo pensó más veces y se convenció de que habría sido un dejavú, pero la llama de la duda ya se había encendido en su corazón.

domingo, 28 de octubre de 2012

Segundos platos.

Me equivoque de bando, como muchas otras veces había sucedido. Pero no se porque esta me ha dolido mas de lo normal, pensaba que todo iba a pasar de otra forma que no me volverían a dejar fuera pero aquí estoy, sola de nuevo. Había conseguido empezar con buen pie, pero nunca es suficiente, siempre habrá alguien que ocupe mi lugar, aunque acabe de llegar y yo lleve mucho mas tiempo. Actúo como si nada pasase, como si no me enterase de nada, pero parece que lo hacen a posta, que quieren verme sufrir aunque por fuera no lo muestren. Y quizás es esto lo que mas me jode, que no hacen nada por evitarlo o por cambiar. Parece que soy la suplente, que todos me tienen como una segunda o tercera opción y, la verdad, ya estoy un poco cansada de ese rollo de niña buena que le da igual y no se entera de nada. Es verdad que siempre estaré ahí para quien me necesite pero algo dentro de mi me impide luchar por mi puesto dentro del grupo, es como si me limitase a apartarme y dejar el camino libre.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Miedos...

Que alguien te apoye es algo que nunca te esperas, una felicidad distinta a las demás que hace que sientas que algo va bien por fin. Tu sientes que lo que haces es algo tuyo y que solo tu lo vas a entender pero cuando te decides a enseñárselo a alguien, esa persona tiene tus esperanzas y tus expectativas en sus manos y todo depende de que te diga esa persona. Esa persona a quien se lo enseñas es alguien a quien tu admiras por hacer lo que tu estas probando, así que cuando te dice que le gusta que le parece que tienes talento para eso, tu sonrisa no tiene fin. Esa pequeña aprobación te da fuerzas para seguir intentándolo y para enseñárselo a más gente. Luego sigues probando, intentando no defraudar o disgustar a nadie y, a la vez, esforzándote al máximo para que la gente te siga dando su apoyo.
El ser humano necesita saber que lo que esta haciendo le gusta a los demás de su raza porque necesitamos la aprobación de gente superior, pero muchas veces es el miedo a lo desconocido es lo que nos frena a seguir hacia delante mostrándole a la gente lo que hemos descubierto. Desde hace mucho tiempo se utiliza la expresión de 'enfrentate a tus miedos' para decir que así conseguiremos ser nosotros mismos y eso, en parte, no es verdad, porque tus miedos son una parte muy importante de tu personalidad. Los miedos pueden definir a una persona lo mismo que sus gustos o sus defectos, y no creas que los miedos son defectos porque, como ya he dicho antes, los miedos son una parte de nosotros que sin ella no podríamos ser nadie. Si a alguien que tiene miedo en hablar en publico le obligas a quitarse es temor estas cambiando su personalidad y, por tanto, estas cambiando su persona, si tiene miedo a ser abierta y a saber expresarse enfrente de mucha gente quiere decir que es tímido, una cualidad única del ser humano y que por lo tanto tiene que seguir existiendo. tus miedos, las inseguridades de cada uno forman parte de tu vida y puede que cuando seas mas mayor ya no tengas esos mismos miedos y los hayas sustituidos por otros diferentes.

martes, 23 de octubre de 2012

Who really knows?

Quien sabe, quizás sea demasiado tarde. Cada uno valora lo que tiene según lo que pierde o lo que gana, si no supiste ver lo que tenias y lo has dejado pasar, no podrás hacer nada por cambiarlo. Puedes intentar perdonar pero nunca, jamas, vas a conseguir olvidar. Alguien que dice que te quiere y que no puede vivir sin ti, pero que luego te falla, es porque no sentía lo que te decía y no caigas en el tremendo error de hacer como si no pasara nada. Porque si lo ha hecho una vez puede volver una y otra vez a fallarte. No estoy diciendo que no confíes en nadie simplemente que quien te ha mentido no merece que pierdas mas tiempo con el o ella.

Principios.

Los comienzos nunca son fáciles y si lo son, es que no es el principio. Porque todo cuesta, todo lo que quieras vas a tener que luchar por ello, nadie te va a hacer la vida como tu quieres,tu te vas a tener que modificar a ella. Muchas veces pensaras que te has equivocado o que simplemente no tendrías que haber echo eso pero, a lo hecho pecho y nunca te arrepientas porque no va  a servir de nada, por quejarte y lamentarte no vas a cambiar el pasado y difícilmente vas a saber que hacer sin equivocarte. Claro que a nadie le gusta fallar pero es algo inevitable y, aunque parezca algo que se dice por decir, de esos errores te van a ayudar en un futuro. Esta bien recordar el pasado para saber que hacer en situaciones futuras pero no mires hacia atrás con añoranza sino con una sonrisa en la boca recordando viejos momentos, buenos o malos. Todo en esta vida tiene un principio, sino la vida estaría vacía, ya me dirás tu como se conocería la gente o como trabaría o básicamente como nacería... en resumen que nada puede pasar sin que empiece y, volviendo a lo de antes, los principios son difíciles pero necesarios.